Odio también, que me valores tan poco, aunque vos decís que es mucho. Porque duele, ¿sí? aunque vos no lo sientas, o no lo creas, porque yo no existo para vos y no te importo como vos me importas a mí. Y odio llorar por vos, desangrarme por vos y morir cada segundo por un cachitín de atención, aunque sea poquito. Odio que me reemplaces así como así, y que ni te des cuenta de cuando los ojos se me ponen colorados. Porque están así por vos y por nadie más, ¿sabés? Y creo que ya te dije demasiadas veces que sos T O D O, y que nada va a cambiar eso. Pero nunca escuchas, porque la gente a mí no me quiere escuchar, ni quiere prestarme atención. Pero si ya lo sabés, ¿para qué sigo hablándole a la pared?¿Para qué sigo volviendo a vos una y otra, y otra vez? Te juro que ya no me entiendo, pero apartarme ahora sería tan doloroso, tan horrible, que no creo que pueda soportarlo. Y creo que siempre estuve preparada para eso. No puedo negar que siempre lo supe, así como lo sabés vos también, aunque no quieras seguir escuchándolo...
Vera Waters...
No hay comentarios:
Publicar un comentario